BIBLIOTECA JUANA DOMÍNGUEZ




El pasado 20 de mayo del año en curso se inauguró la Biblioteca JUANA DOMÍNGUEZ en Sahagún, Córdoba, Colombia. Un sueño hecho realidad, una fantasía que estuvo durante mucho tiempo entre las manos de Julio Sierra Domínguez, un filosofo con magister en Proyectos de Desarrollo Social. Julio tiene más títulos que podríamos exhibir pero yo solo quiero resaltar aquí el amor inmenso que siente por su tierra y lo orgulloso que vive de sus raíces. Hace unos años hice una entrada que se llama SAMADHI en este mismo blog, (dando click sobre el nombre puedes ir allí) lugar donde vive este amigo y poeta. Un lugar que habla de él desde el mismo instante en el que lees el letrero con el nombre Samadhi: Unidad con lo divino. 

Pero hoy no vengo a escribir acerca de ese espacio que me recibió aquel día con una alfombra de flores que entrega el “sangregao”, hoy vengo a contarles de este maravilloso proyecto que construyó poco a poco al lado de su hija y sin detenerse para regalárselo a su pueblo un día que la familia conmemora el cumpleaños de quien fue su compañera durante 25 años, pero que ya no los acompaña en este mundo terrenal.





 La biblioteca lleva el nombre de la madre de este escritor y catedrático. “Juana fue una mujer iletrada pero sabia, descubría el mundo en sus manos. Tenía una tienda de esquina en su casa y desde ahí dominaba el comercio exterior y el mercado interno guardando las mejores relaciones con quienes venían del campo a venderle productos para que su tienda fuera surtida. Con la medida que compraba, con esa vendía. Siempre daba los vueltos completos y era generosa al fiarle al de menos recursos para que adquiriera el pan de ese día. Educó a sus hijos con principios y era muy respetuosa de las autoridades locales hasta el punto de establecer mando cuando ellos cruzaban por el frente de su casa: "De pie que va a cruzar el señor alcalde" se le escuchaba; estuviera quien estuviera a su lado. Cuando el señor alcalde saludaba y cruzaba, los asistentes se podían sentar de nuevo. Uno de ellos, curioso hasta los huesos, le dijo: ¿y quién es ese alcalde? Ella de inmediato, le respondió: "el señor alcalde es mi compadre Pedro Gracia". Lo que indicaba que la amistad no reñía con el respeto y el respeto le generaba autoridad. Razón fundamental que la conducía, en la notaría de don Emiliano Aldana, a usar como firma de contrato comercial su huella digital y no los tres garabatos que su hijo le enseñó recién salido de la Universidad Javeriana”. (Texto tomado del discurso que Julio Sierra leyó el día de la inauguración). 

No pude estar el día de la inauguración por actividades y compromisos adquiridos relacionados con mi último libro, pero no podía dejar de ir, ver con mis propios ojos y no a través de fotografías ese sueño que conocí personalmente cuando apenas ponían los primeros ladrillos.
Les puedo asegurar que esta biblioteca es un acto de amor, una semilla de esperanza para la niñez, una casa propia para la ternura y el fomento de la equidad como lo dice el mismo fundador. Les dejo imágenes de esta hermosa biblioteca, fotos mías que muestran mi paso por este maravilloso lugar, fotografías que con mucho amor me hizo Julio Sierra Domínguez y que luego publicó en sus redes sociales para darme una calurosa bienvenida. 







Los habitantes de este municipio y los visitantes tienen la posibilidad de disfrutar de un espacio lleno de libros pero donde pueden interactuar con ellos de una forma diferente a como se hace en las bibliotecas convencionales.





Esta biblioteca tiene mecedoras de colores vivos como símbolo de nuestro Caribe colombiano, también tiene esteras con almohadones donde los niños pueden acostarse y leer como si estuvieran en casa. Hay cubos llenos de libros y están ubicados a la altura de los niños para que puedan leer fácilmente y alcanzar los libros que deseen. El proyecto en general se llama “alas mariposas" y ellas no podían faltar. El sitio está lleno de ellas y algunas con sus vientres llenos de cuentos.  

No sé qué pasará de aquí en adelante, pero Dios me ha permitido la dicha de sembrar esta semilla y verla florecer en vida activa. Y aunque yo tenga que vivir de la caridad de ustedes, mi pueblo vivirá de la dignidad de su gente. Esto tiene parte de cuerpo pero, igual, tiene parte de alma y si la vida mía aquí acabara, me iría tranquilo en un vuelo suelto que no conoce su regreso". ¡BIENVENIDOS A LA JUANA! 

Julio Sierra Domínguez


Gracias Julio Sierra por este acto de amor, generosidad y desprendimiento. Gracias por permitirme estar cerca y corroborar que con amor casi todo se puede.