CRITICA A MANO ALZADA

Gracias al critico literario, ensayista y poeta Otto Ricardo Torres, licenciado en Filología e Idiomas y especializado en Literatura Hispanoamericana. Gracias por la reseña que ha hecho de mi segundo libro en su pagina personal de sus redes sociales. Para leer más acerca del maestro dar click sobre su nombre:


CRÍTICA A MANO ALZADA.
 Otto Ricardo-Torres
 A propósito de poetas.

Me gusta la impresión de este libro de SUSANA JIMÉNEZ PALMERA. Me gustan su portada de colores delicados y su diseño de hilos; el Prólogo de MARGARITA GALINDO STEFFENS, qué buena escritora esta mujer, y me gustan los poemas del libro prologado, CON HILOS DE SOLES Y LUNAS. 

No es un libro monótono, ni de recursos fáciles, ni de imágenes tópicas o de lugares comunes; por eso se deja leer; y porque tampoco es truculento ni escandaloso; al contrario. O sea que en esta pluma hay oficio y hay rigor, lo que me indica que, a pesar de la belleza y del consentimiento con que los contertulios tratan a la autora, ella no come cuento, sino que se mantiene en lo suyo. Inclusive hay un muy buen rechazo a la pretendida poesía comprometida, tan claro y tan poético, que muchos pasarán por alto por estar viéndole la estampa a esta mujer. 

La discreción, el pudor y la seguridad de la andadura y de las imágenes están hilvanadas por la mano de la discreción y la delicadeza. No es el caso de inventariarle las figuras porque con eso no sacamos nada, salvo romper la unidad de cada uno de los poemas. Eso de la palabra tema o de la falsa crítica de la paráfrasis no es un modo honrado de hablar de un poemario. Pero sí observar en cada poema el tejido de (por algo el “hilo” está inmiscuido en todo el libro) su unidad, unidad de cada poema con el conjunto y unidad también orgánica de cada poema en sí mismo. 

No es poesía de afán ni hecha para el aplauso que, justamente, por eso le han llegado. Y eso también es admirable, sobre todo en esta larga noche de los talleres y tertuliaderos literarios en los cuales corre a raudales la ñero crítica, mirando de reojo la posibilidad de un viaje a Cuba o de un premio literario. Dicen que el diente que se nota en la boca es el que hace falta, dicho de manera lírica. Para significar, en cambio, que cuando la obra es pulcra y bien hecha su perfección es tal que pasa desapercibida. 

Después de uno haberse ido, por allá, de pronto, uno salta y se acuerda de que aquello que uno leyó tiene gato encerrado de belleza y es entonces cuando empezamos a mirar despacio y a reconocerle su encanto a la criatura poética. Que tal es el caso. Ocurre con poetas como, por ejemplo, don Jorge Guillén, cuya poesía no es apta para leerla agarrado de los barrotes de la buseta, sino en lugar tranquilo, sin picós a la redonda, para aprehenderle su maravilloso encanto diamantino. O los poemas de CANCIONERO Y ROMANCERO DE AUSENCIAS, de Miguel Hernández, labrados minuciosamente en la cárcel franquista, cuyo esplendor es abismal, pero vistos en close up.

Déjenme, pues, disfrutar y celebrar este encanto de poesía y de mujer, a quien ya conozco sin haberla conocido. 

Casa Esenia, febrero 21 del 2017.

WHEN THE HURT IS OVER



                                                                 When the hurt is over